miércoles, 6 de abril de 2016

MONET, Serie de la Catedral de Rouen, 1894.

Musée d'Orsay, París. 2016.
Elegir un motivo único y repetirlo incansablemente, al amanecer o al final de la tarde, en cada estación, aplastado por el sol o azotado por la lluvia, tal fue el deseo de Monet, que lo conduje a pintar en serie. "Yo estudio mucho, me empeño en realizar una serie de efectos diferentes, escribe en una carta del 7 de octubre de 1890, pero en esta época el ocaso llega tan rápido que no puedo seguirlo... Me vuelvo tan lento trabajando que me desespero. Pero más avanza y más veo que hay que trabajar mucho para poder expresar lo que busco: la instantaneidad, sobre todo la apariencia, la misma luz difundida en todas partes, y más que nunca las cosas fáciles logradas rápidamente, me aburren."







TOULOUSE-LAUTREC, La cama, 1892.

Musée d'Orsay, París. 2016.





GAUGUIN, Arearea. 1892

Musée d'Orsay, París. 2016.







CÉZANNE, Los jugadores de cartas, 1890/95

Musée d'Orsay, París. 2016.





VAN GOGH, La iglesia de Auvers-sur-Oise, 1890.

Musée d'Orsay, París. 2016.












miércoles, 12 de agosto de 2015

VERMEER, La Joven de la Perla, 1665

Mauritshuis, La Haya. 2015.
En los últimos veinte años esta pintura se ha convertido en el icono del Mauritshuis. Esta reciente evolución es resultado del aumento de la popularidad de Vermeer, así como de la novela y película basadas en este cuadro. Vermeer era un pintor relativamente desconocido hasta su "redescubrimiento" por críticos franceses en el siglo XIX. Esta pintura se subastó en La Haya en el año 1881, donde sólo fue reconocida por el influyente asesor de arte Victor de Stuers y el coleccionista Arnoldus des Tombe. Ellos llegaron al acuerdo de no competir entre si mismos y de esta manera Des Tombe fue capaz de comprarlo por el increíble bajo precio de dos florines. Una vez que el cuadro se limpió, se hizo evidente que se trataba  de una gran obra de Vermeer y el coleccionista la prestó al Mauritshuis. Con el desconocimiento del museo, Des Tombe especifico en su testamento que la pintura pasase a ser propiedad del mismo, es por ello que ha sido parte de la colección desde 1903. 
Durante la renovación y expansión del Mauritshuis (2012-14), el cuadro ha viajado por todo el mundo, visitando Tokio, Kobe, San Francisco, Atlanta, Nueva York y Bolonia. En todos los sitios a los que va esta "chica" causa una enorme sensación. A menudo resulta difícil de explicar porque este cuadro tiene ese atractivo universal. Es obvio que la chica es hermosa y que esta sublimemente pintada con unos colores en perfecta armonía. Esta dispuesta contra un fondo oscuro que parece empujarla fuera de su plano pictórico, trayendola así a nuestro espacio. Este cuadro nunca tuvo la intención de ser un retrato específico de alguien - sabemos esto porque el exótico vestido que lleva puesto no era usado en la Holanda del siglo XVII -  pero si una figura intemporal de la historia. Una pequeña mancha en la esquina derecha de su boca indica que acababa de humedecerse los labios, y su boca esta abierta como si estuviese hablando. Sin embargo, ella guarda silencio y presenta un misterioso aire que nunca deja de intrigar. En efecto, Vermeer nos dejo esto para que ella ocupase nuestro pensamiento. 







VERMEER, La lechera, 1660.

Rijksmuseum, Ámsterdam. 2015.
Una joven con las mangas arremangadas ha centrado toda su atención en verter leche en un tarro de barro cocido. Mientras mira hacia abajo, usa la mano izquierda para sujetar la pesada jarra, inclinándola para que brote un fino chorro de líquido. Vermeer manipula sutilmente los efectos de luz en este interior de una casa amueblada de forma austera La pieza de cristal que falta de uno de los paneles de cristal emplomado de la ventana contribuye a atraer nuestra atención al refinado juego de luces, al igual que las pequeñas irregularidades de las paredes desnudas de la cocina. Por encima de la cabeza de la lechera, la proyección de un clavo arroja una corta sombra sobre la pared y un pequeño desperfecto ligeramente a la derecha indica el punto en el que otro clavo ha dejado un agujero. Estos detalles triviales funcionan para darle a la luz una presencia casi tangible.