martes, 11 de agosto de 2015

RUBENS, Vieja y niño con velas, 1616.

Mauritshuis, La Haya. 2015.
Esta pintura debió haber sido muy especial para Rubens. Un inventario de su colección de arte realizado el día de su muerte, 30 de mayo de 1640, incluía este trabajo, esto nos indica que Rubens la mantuvo en su estudio desde el día en el que la concluyó. Sin embargo, el soporte en el que la obra fue pintada parece un auténtico mosaico de tablas (tres verticales, una horizontal y cuatro más estrechas a lo largo de los lados). 
Cuando Rubens estuvo en Italia, de 1600 a 1608, entró en contacto con la obra de Caravaggio, caracterizada por el claroscuro (contrastes entre luz y sombra) y humildes figuras muy próximas al marco sobre fondos simples. Esta pintura, ejecutada poco después del regreso de Rubens a Amberes es una de las primeras obras realizadas bajo la influencia de Caravaggio en los Países Bajos. 
El tema es un misterio pero podemos saber acerca de él gracias a una cita proporcionada por el propio Rubens del poeta romano Ovidio. En él se describe a una mujer vieja que durante la noche recuerda sus oportunidades perdidas en el amor. Aquí Rubens utiliza el candelabro para resaltar la arrugada piel y la encorvada postura de la anciana. Un niño, que parece brillar con juventud y buena salud, enciende su vela de la ella.
¿Podría estar transmitiéndole la sabiduría adquirida con la edad mientra él aún permanece joven? 





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